Extracción de Mosaicos Romanos en excavación arqueológica (Astorga)

DESCRIPCIÓN DE LA OBRA

La obra tratada en esta ocasión fue un mosaico construido en dos fases: la más antigua data del s. I d.C., en la cual destaca el opus signinum con incrustaciones de teselas. En la segunda, destaca la presencia de un peristilo. A finales del s. II y principios del s. III se añadió un área termal y se pavimentaron dos estancias contiguas al peristilo, siendo los mosaicos encontrados pertenecientes al mismo y a la estancia que lo rodeaba.

ESTADO DE CONSERVACIÓN

Los mosaicos se encontraban en buenas condiciones bajo tierra, pero tras la excavación arqueológica se expuso a la intemperie, provocando diversas patologías. El mosaico tenía una capa de suciedad de naturaleza orgánica y mineral. Algunas teselas presentaban una superficie llena de cráteres y las de mayor tamaño se encontraban bajo una capa de enlucido de los muros perimetrales. Además varias habían perdido su punto de unión con el conjunto de mosaicos.  

INTERVENCIÓN

El objetivo de la intervención fue la conservación y la preservación de los materiales existentes. Por ello, se propuso la extracción/arranque y traslado de los mismos a un lugar que presentase buenas condiciones de conservación.

Antes de cualquier intervención se procedió a realizar unos estudios previos y recopilación de documentación del mosaico. Se realizaron diversos estudios de luz, estudios planimétricos para el despiece, etc.

Como intervención previa al arranque fue necesario llevar a cabo una limpieza de la superficie como acción conservativa, ya que el acúmulo de tierra, fango y plantas propiciaban la aceleración de los agentes de deterioro. Además, dicha limpieza permitía una lectura completa de la superficie de los mosaicos, así como favorecían el agarre de las gasas de protección extendidas sobre él.

Primeramente, se procedió a una limpieza mecánica en seco. Posteriormente, se realizó una limpieza física en medio húmedo para eliminar el verdín y el fango.

Como conservación preventiva, se aplicó una solución biocida para eliminar la presencia de agentes biológicos.

Para proceder al arranque fue necesario un engasado. Una vez realizado y secado éste, se procedió a marcar el despiece de los distintos fragmentos. El objetivo principal fue separar las teselas de su soporte llevándose consigo la menos cantidad posible de nucleus. Los fragmentos se separaron mediante bisturí.

Tras el proceso de separación e inventariado, se depositaron sobre soportes auxiliares en dependencias municipales, donde se guardaron de forma provisional cuidando las condiciones ambientales, para evitar cambios bruscos de temperatura que pudiesen causar daños a los mosaicos.