ACRE | Asociación de Conservadores-Restauradores de España

Restauración y Conservación de Grabados Rupestres en Siega Verde

Localización:

Villar de la Yegua (Salamanca)

Cliente:

Zona Arqueológica de Siega Verde

Fecha de finalización:

30/11/2008

Categoria:

Arqueología

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El siguiente trabajo se realizó en el conjunto de Arte Paleolítico de Siega Verde, declarado por la UNESCO Patrimonio Mundial de la Humanidad en 2010 ya que su morfología y características lo convierten en uno de los principales afloramientos del arte paleolítico al aire libre más importantes de Europa.

La ejecución de las obras de restauración se llevaron a cabo después de la acción deliberada por vandalismo en dos de los paneles de esquisto del área arqueológica, que dificultaban su correcta visualización por parte de los visitantes. 


ESTADO DE CONSERVACIÓN

Ambos paneles no presentaban graves problemas de conservación previos al acto de vandalismo, salvo la acumulación de partículas de suciedad sobre la superficie. Fueron dañados por una serie de incisiones, probablemente realizadas mediante un objeto punzante, que provocaron serias alteraciones al cromatismo de la película superficial de los esquistos que dificultaban la correcta visualización de los grabados.  Las mismas se produjeron invadiendo el área del piqueteado original de la figura, alterando la huella volumétrica e interfiriendo su visualidad.

Para realizar el trabajo de restauración se propuso una intervención de limpieza y reintegración cromática que minimizase el efecto blanquecino del trazo inciso y recuperase el mayor grado de integración visual posible.


TRATAMIENTO

Se realizó una primera limpieza superficial mediante brocha suave que eliminase la suciedad superficial sin dañar por ello el soporte rocoso donde se asientan los grabados paleolíticos. Una vez realizado esto, se procedió a la realización in situ  de la documentación gráfica que permitiese señalar los daños y patologías sufridas en las dos placas de esquisto.

Una vez recopilada toda la información de los daños sufridos en las placas, se procedió a realizar diversas pruebas de reintegración mediante pigmentos aglutinados, grafitos, acuarelas o polvo de esquisto que permitiesen inferir cuál era la mejor manera de reintegrar la capa cromática. La conclusión sacada fue que el empleo de lápices de colores acuarelables permitía obtener unos resultados más adecuados al acondicionamiento cromático que se precisaba. 

Tras la elección de la mejor herramienta para proceder a la reintegración cromática en los paneles dañados, se comenzó el mismo mediante una variada gama de colores que lograse unificar todo el conjunto cromático de nuevo. Para finalizar, se aplicó una capa de barniz satinado que garantizase la permanencia de la intervención frente a agentes biológicos y atmosféricos externos como la luz o la lluvia.