Conservación y Restauración del Cristo Yacente en Ahigal (Cáceres)

La obra intervenida es la escultura policromada del Cristo Yacente, situado en la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción de Ahigal (Cáceres). Se trata de una obra de madera tallada y policromada mediante carnación que representa a Jesucristo crucificado; de tamaño natural, cuyas extremidades superiores están articuladas, lo que permitía una doble representación escénica en el momento del Descendimiento como en su paso procesional dentro de la urna, como Cristo muerto, dentro de la celebración de la Semana Santa local. La pieza se guardaba en una urna acristalada de madera también tallada y policromada que había perdido su pieza superior de cierre. En la pieza que se conservaba se observaban diversas patologías y a la que también se intervino. 

ESTADO DE CONSERVACIÓN

La obra sufría una serie de patologías debido al envejecimiento de sus materiales y al uso constante al que estaba sometida en las acciones devocionales que afectaban a su conservación. Entre las patologías encontradas, destacaba la separación de piezas de la propia escultura, pérdida de volumen de diversos elementos de la obra, como la falangina y falangeta de los dedos de la mano izquierda del yacente; astillado y craquelado de algunas secciones como consecuencia de las tensiones existentes entre los distintos estratos superficiales; levantamiento o pérdida de algunas secciones de la policromía superficial de la obra; presencia de levantamientos debido a pequeños golpes que habían dejado a la vista el estrato de preparación; huellas de gotas de cera en la superficie de la escultura; pérdida de flexibilidad de las articulaciones a causa del intensivo uso realizado en las acciones litúrgicas de la figura, además de la oxidación del barniz protector.

TRATAMIENTO

Tras el embalaje y traslado mediante protecciones y material de amortiguación a los talleres de la empresa, se procedió a un barrido fotográfico que permitió identificar las patologías y estado de conservación, proceso el cual se repitió en todas las fases del tratamiento como forma de documentar y analizar la evolución de los trabajos. Posteriormente, se realizaron estudios previos consistentes en un examen visual mediante diferentes tipos de luz y lentes de aumento, así como un examen técnico mediante la extracción de una pequeña muestra que nos permitió descubrir la composición de los materiales empleados en el estrato pictórico.

Tras identificar todas las patologías, se comenzó realizando una fijación de urgencia de la policromía debido a la debilidad observada que ocasionaba un alto riesgo de desprendimiento inmediato. También se procedió a la limpieza superficial de restos orgánicos y suciedad acumulada. Después, se llevaron a cabo diversas pruebas de limpieza con cateados exhaustivos de diversos agentes para observar el mejor tratamiento posible de limpieza y eliminación de barnices oxidados en la escultura. Una vez inferido el mismo, se procedió a la eliminación química del barniz oscurecido que cubría toda la escultura.

En segundo lugar, se realizó una carpintería de restauración que repusiese todos los elementos faltantes y dañados de la pieza. Para ello, se realizó una primera comprobación de las articulaciones para identificar los daños. Descubiertas las mismas, se pasó al sellado de las grietas y la regeneración del cuero de la articulación, colocando nuevos injertos textiles que consolidaron los desgarros y lagunas de las articulaciones. Finalmente, se realizó una reintegración cromática sobre el soporte originario con materiales compatibles en las áreas de articulación de la escultura. Además, se procedió a la reconstrucción de la falangeta del anular de la mano izquierda del Cristo yacente, realizada en madera y estucada, y su adaptación pictórica con el resto de la escultura.

Para finalizar, se procedió a la reintegración cromática de las lagunas estucadas, la aplicación de una capa de protección y un barniz que garantizase la correcta conservación tanto de la escultura como de las restauraciones realizadas en la misma.

Aparejado a las acciones de restauración del Cristo yacente, se realizó una intervención sobre la urna acristalada que albergaba la escultura. Se realizó un desmontaje de los elementos metálicos oxidados de la misma y se procedió a la desinsectación y consolidación del soporte original. También se realizaron operaciones de carpintería de restauración como la corrección de desajustes estructurales, reintegración de soporte en zonas faltantes y la realización de una nueva pieza que hará las funciones de tapa, de forma trapezoidal, con un nuevo sistema de cierre. Una vez realizadas todas estas obras de restauración a la madera, se procedió a la eliminación de repintes que recubrían toda la superficie de la urna, así como la reintegración de las lagunas como de las piezas de nueva manufactura y tallado. Por último se aplicó la protección final mediante una capa de impregnación.