ACRE | Asociación de Conservadores-Restauradores de España

Restauración de la Pintura Mural de la Iglesia de San Miguel Arcángel de Santiz

Localización:

Santiz (Salamanca)

Cliente:

Iglesia Parroquial de San Miguel Arcángel

Fecha de finalización:

30/11/2014

Categoria:

Pintura Mural

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Se trata de una pintura mural localizada en el interior de un arco de medio punto en la iglesia de San Miguel Arcángel de Santiz.

La técnica pictórica empleada es una pintura al temple en donde se utiliza el agua como disolvente para los pigmentos y el tipo de aglutinante está sin identificar.

Se representan a Santo Domingo de Guzmán y San Francisco de Asís flanqueando un cortinaje sostenido en la parte superior por dos ángeles alados, uno a cada lado, desnudos y ocultando sus partes pudendas por una tela que cae entre sus piernas.

 

ESTADO DE CONSERVACIÓN

Como característica se debe mencionar el recubrimiento de cal presente de forma generalizada. En las zonas más desafortunadas, se aprecia la total  pérdida de la policromía y de la capa de preparación. Debido a la pérdida de policromía del estrato superficial, se puede apreciar la presencia de otra pintura subyacente. El criterio de intervención que se determino fue la conservación de la policromía superficial, debido a la imposibilidad de saber cuánto se podía recuperar de la pintura original subyacente, y por el buen estado que presentaba.

El soporte mostraba diferentes patologías como la pérdida de cohesión del mortero al soporte del muro, pérdida de volumen de los sillares del soporte de la pintura mural,  fisuras, presencia de elementos metálicos, migración de las partículas metálicas oxidadas de los clavos, reconstrucción de una grada de mampostería  y ladrillo, y el horadado o rebaje de la pintura mural y soporte.

En la película pictórica encontramos otra serie de patologías: un encalado generalizado, una aplicación de adobe en determinadas zonas del perímetro de la policromía, suciedad superficial, desprendimientos y levantamientos de la capa superficial de cal, pérdidas de policromía, levantamientos, desgastes y repintes.

           

TRATAMIENTO

Para empezar, se realizó una fijación preventiva de la pintura mural sobre las zonas donde la policromía y la preparación presentaban cierto peligro de desprendimiento.

Después, se eliminó el estrato superficial de cal realizando una limpieza mecánica con bisturí. La capa de adobe que se encontraba ocultando parte del perímetro de la pintura se retiró utilizando cincel y martillo. La pintura se encontraba oculta en la zona inferior por unas gradas, por eso, se procedió a demolerlas, así como, la superficie de la mesa de altar formada por baldosas de cerámica. También se eliminó la tabla de madera colocada encima de la peana de piedra.

Una vez retirada la cal se procedió al sentado de la policromía, realizando ensayos con diferentes adhesivos para colocar papel japonés y posteriormente asentar la policromía ejerciendo presión sobre la superficie. Cuando la policromía se encontraba fijada, se procedió a extraer los elementos metálicos. También, se corrigieron los desplacados internos en los que la capa de mortero se encontraba desprendida del soporte.

La limpieza de la pintura mural se realizó después de realizar una serie de test de solubilidad para establecer un protocolo adecuado de intervención. Para limpiar la ménsula se siguió la misma metodología. Además, se reintegró soporte de las grietas y pérdidas de volumen, empleándose un mortero de cal y arena. Además, se estucaron las pequeñas lagunas del soporte.

Una vez realizadas esta fase, se procedió a la reintegración cromática: primero se entonaron las zonas desgastadas y los estucos con tintas planas, empleando técnicas acuosas, discernibles y reversibles mediante témperas. Sobre ellas, con acuarelas, se empleó la técnica de rigatino y tramado. Para finalizar, se aplico una protección final que garantizase la mejor conservación capas pictóricas.