Nuestra Señora de la Asunción de la Capilla de Sotomayor. (Salamanca)

Se trata de una escultura de bulto redondo de alabastro tallado y policromado, está compuestas por dos cuerpos: la peana y la talla de la Virgen.

Es una representación de la Asunción de la Virgen, plasma el momento en el que la Virgen María es transportada al Cielo por unos ángeles después de terminar sus días en la Tierra.

La escultura se encuentra situada en el Convento de San Esteban en Salamanca, en la Capilla de la Asunción Sotomayor.

ESTADO DE CONSERVACIÓN

En la escultura se podrían apreciar diferentes patologías que fueron observadas a partir de un estudio organoléptico.

El soporte presentaba grietas y diversas pérdidas matéricas. En la capa superficial se podía apreciar suciedad, restos orgánicos, oxidación del barniz, pérdida de policromía, repintes, restos de cera y manchas en superficie, así como, la oxidación de elementos metálicos.

También son destacables las antiguas intervenciones con elementos añadidos.

TRATAMIENTO

Antes de realizar la intervención, se hicieron varios estudios. Exámenes visuales para conseguir una visión más detallada de los diferentes elementos que componen la imagen. Y exámenes técnicos, como la realización de pruebas físicas de radiografía, toma de muestras y análisis físico-químicos.

Después de realizar los estudios previos se prosiguió eliminando la escayola y extrayendo el vástago interno. Este sistema de sujeción presentaba cierta movilidad por lo que no cumplía su función correctamente pudiendo provocar daños internos, por lo que fue necesaria su sustitución. Una vez que se hubo liberado la pieza de la masa de escayola se procedió a la extracción del anclaje de hierro o pasador situado en la zona posterior de la peana, que hacía de sujeción.

Tras separar las dos piezas se realizó una limpieza mecánica y una química, después de realizar una serie de test de solubilidad con diferentes solventes para determinar cuál de ellos era el más idóneo para la remoción de la suciedad y los diferentes agentes de deterioro de la obra.

Una vez hecha la limpieza se procedió a eliminar los repintes que presentaba la imagen ya que muchos se extendían sobre la capa original de color.

También se efectuó la limpieza e inhibición de los elementos de hierro. Para dar mayor estabilidad a la pieza se decidió dotarla de un nuevo perno, sustituyendo el anterior de hierro, insertando uno nuevo de acero inoxidable.

El gancho del pasador original se encontraba en buen estado de conservación y se mandó completar a un especialista en metal, ya que era preciso reconstruir la parte final del gancho que hacía de anclaje con la anilla, situada en el reverso de la Virgen, en su parte inferior.

Una vez terminado el proceso de limpieza se procedió al sellado de las grietas para dar consistencia a las diferentes aberturas.

Tras realizar un estudio de viabilidad de reintegración del soporte mediante la reconstrucción de las falanges y bordes del manto se decidió que, no siendo elementos que dificultasen su lectura global, se respetaría su estado actual sin añadir elementos ajenos a la misma. Por el contrario, si se optó por realizar un sellado de las roturas de ambos pulgares así como la reconstrucción de uno de los bordes superiores del manto.

Con el fin de devolver una visión homogénea a la talla los desgastes y las zonas blancas fueron entonadas y reintegradas cromáticamente. Para ello, se utilizaron diferentes tipos de pigmentos, en función de cada zona y de las necesidades de la misma.

Una vez completada la fase de reintegración cromática se procedió a dotar a la pieza de una capa homogénea externa con la que proteger las intervenciones anteriormente detalladas.

Una vez finalizad el proceso de conservación y restauración la escultura se trasladó a su lugar de origen. Junto con la imagen se entregó un plan de conservación preventiva para asegurar su buena conservación en el futuro.