ACRE | Asociación de Conservadores-Restauradores de España

Intervención de Pinturas Murales de la Iglesia de Valsalabroso (Salamanca)

Localización:

Valsalabroso (Salamanca)

Cliente:

Junta Castilla y León y Iglesia de Valsalabroso

Fecha de finalización:

30/12/2007

Categoria:

Pintura Mural

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Las pinturas se pueden encuadrar cronológicamente dentro de la tipología de la época renacentista del s. XVI. Presentan una gran variedad en la representación de sus temas, por lo tanto nos ofrecen una enorme riqueza iconográfica destacando su importancia tanto por su antigüedad como por su rareza pretenden destacar escenas evangélicas son los pasajes de la Vida de San Pedro, La Virgen y Cristo.

Las pinturas ocupan el testero de la capilla mayor de la Iglesia de Valsalabroso y se extienden por los muros laterales. El enlucido de estas pinturas está formado por un mortero de cal y arena mezclado con fibras vegetales, aplicado directamente sobre una pared de fábrica de sillería de piedra de granito

 

ESTADO DE CONSERVACIÓN

El estado de conservación que presentan las pinturas es relativamente bueno si tenemos en cuenta que fueron recubiertas por una capa de enlucido y que a la hora de eliminarlo se perdió parte del original.

En cuanto a las patologías que presenta el soporte son humedades, pérdidas de estratos internos, existe un peligro de desprendimiento del material de relleno, filtraciones de óxido en el intonaco, una pérdida de volumen en las molduras del guardapolvo superior y en el material de relleno.

Asimismo, también existen otro tipo de patologías en las capas pictóricas como enjalbegados de los muros, añadidos de mortero con policromía sobre la superficie de la pintura mural, pequeñas oquedades ocasionadas por clavos o puntas, pérdida de adhesión entre el mortero y la capa pictórica, grietas sobre la superficie y repintes. Además, habría que adaptar el testero a las necesidades del culto. El estrato superficial presenta suciedad superficial, ataques biológicos, una veladura blanca localizada en el lateral izquierdo, falta de homogeneidad de la pintura mural, erosión de la película pictórica, roces, arañazos, pulverulencia de los pigmentos, restos de cera, presencia de sales solubles y morteros nuevos.

 

TRATAMIENTO

El siguiente trabajo de restauración fue realizado en dos anualidades contratadas por la Junta de Castilla y León: la primera, realizada en 2006, procedió a la restauración del mortero de cal y arena que sustentaba a la policromía. Una vez realizado y consolidado esta parte, en la siguiente anualidad, ejecutada en 2007, se procedió a la restauración de la capa policromada de la pintura mural.

Antes de empezar con el tratamiento de la primera anualidad, se procedió a la extracción de muestras para conocer la composición de los diferentes estratos. Las micromuestras se estudiaron mediante diversas técnicas de estudio y de análisis químicos. Antes, durante y después de la intervención se realizaron barridos fotográficos empleando  distintos tipos de luz. Asimismo, también se hicieron mapas planimétricos, para conocer las medidas exactas, patologías, anotaciones y planteamientos, etc.

Dentro de las operaciones de conservación, se empezó con la eliminación de la suciedad superficial, después se prosiguió con la eliminación de morteros añadidos y se aplicó sobre las zonas en las que se había  perdido el original. También se fijaron las zonas pulverulentas a través de un sentado de la policromía. En las zonas donde se han eliminado los morteros añadidos quedo el arriccio poco compacto por lo que fue necesaria la consolidación del mismo. Las oquedades existentes se rellenaron mediante una inyección de mortero.

En las operaciones de restauración se llevó a cabo la eliminación de los elementos metálicos y de madera que se encontraban insertados en el muro. La limpieza superficial de la pintura mural y del guardapolvo se realizó después de probar diferentes test de solubilidad. En este proceso de limpieza también se eliminaron los restos de cera. Tras la limpieza se aplico una protección final. Se dejaron en la obra cuatro muestras de la intervención ya finalizada, y dos de eliminación de cal solamente. El proceso de reintegración se llevó a cabo sobre diferentes zonas: de cal, de desgaste, de oquedades del mortero y de pérdidas de policromía. Todas las catas se han dejado enmarcadas con témpera blanca menos las que están en la zona de cal, ya que se perciben a simple vista.

En la segunda anualidad, ejecutada entre octubre y diciembre de 2007, se comenzó con la realización de un barrido fotográfico y una planimetría que identificase todas las patologías que no habían sido tratadas en la fase previa, así como las producidas tras la misma. Una vez realizada esta primera parte, se procedió a una limpieza generalizada sobre la superficie mediante brocha y aspirador para posteriormente proceder a la reintegración volumétrica del soporte mural, añadiendo una capa de mortero de cal y arena de río semejante a la original a la que se le añadió una segunda capa de mortero de cal coloreado con pigmentos que permitió obtener un tono base para la reintegración cromática.

Posteriormente, se produjo la eliminación de la capa de cal de las zonas inferiores que tenían un estrato mucho más consolidado, el cual no pudo ser retirado en la primera intervención. Se realizaron diversas pruebas de limpieza mediante medios mecánicos y químicos para hallar las que mejor respuesta daban contra la capa de cal. Una vez escogidas las mismas, se procede a su eliminación, un proceso muy complicado a causa de su nivel de compactación y consolidación.

Antes de la consolidación cromática de las pinturas murales, se procedió a la limpieza y la eliminación de restos de cera que se habían adherido a las mismas, así como de pequeñas piezas de madera insertadas en el interior de los soportes, semejante a la primera fase. Después, se consolidaron las oquedades entre los estratos internos ocultos por la cal mediante compuestos químicos que aumentaron su concentración química.  Una vez realizado esta limpieza, se realizó la reintegración volumétrica de lagunas y oquedades mediante un relleno de cal o ligante para estucado al que posteriormente se retiro. Posteriormente, se procedió a la reintegración cromática, mediante una base de tinta plana de témpera en todas las lagunas de las pinturas murales. Para finalizar, se aplicó una resina acrílica diluida en disolventes para garantizar su protección y buen estado de conservación.