ACRE | Asociación de Conservadores-Restauradores de España

Restauración del Lucidario Ms. 1958 de la Universidad de Salamanca

Localización:

Salamanca

Cliente:

Biblioteca Histórica de la Universidad de Salamanca

Fecha de finalización:

30/10/2016

Categoria:

Documento gráfico

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El siguiente trabajo de restauración tuvo lugar en un manuscrito datado entre los siglos XIV-XV que formaba parte de los fondos documentales de la Biblioteca Histórica de la Universidad de Salamanca. Se trata de un libro con encuadernación de tapa dura de cartón, recubierta con piel de pasta española que guarda un manuscrito escrito en verso y recto con tinta ferrogálica en papel verjurado de pasta de trapos y encuadernado manualmente mediante forma metálica. Su tipología presenta las características de un Lucidario, una enciclopedia en castellano de finales del siglo XIII cuyo contenido versa sobre asuntos variados tales como temática teológica o historia natural enfocada mediante una estructura de dialogo teológico- científico.

 

ESTADO DE CONSERVACIÓN

En este manuscrito encontramos una serie de patologías tanto intrínsecas como extrínsecas que han afectado en gran medida a la naturaleza de la obra. En primer lugar, observamos en la cubierta de piel una generalizada deshidratación de la misma, así como exfoliación y suciedad superficial. También se puede observar la deformación de su estructura en todas las esquinas, así como pérdidas de soporte o desgaste y roturas en su decoración dorada. 

Por otra parte, en el propio cuerpo del libro identificamos una serie de daños químicos intrínsecos de sus materiales originales. Podemos destacar el envejecimiento químico, la oxidación y acidificación del soporte de papel en algunas zonas puntuales. También pudimos apreciar diversos daños físicos ajenos a la acción de los componentes químicos del propio manuscrito: entre las más destacadas, podemos nombrar el ataque de insectos bibliófagos. A causa de todos estos factores también son destacables los desgarros y rupturas de algunos folios del manuscrito, así como la perdida de adhesión de las tiras de papel colocadas en una intervención anterior,  con la finalidad de servir de refuerzo y unión de los bifolios separados. También son apreciables huellas del uso extensivo de este manuscrito a través del tiempo, como puede ser las huellas de combustiones, presencia de gotas de cera, dobleces u ondulaciones del soporte. Además, se observan manchas ocasionadas por hongos o microorganismos, además de huellas fruto de la oxidación de los materiales. Finalmente, también podemos identificar restos de antiguas intervenciones, como huellas de adhesivos empleados para la fijación parcial del soporte en desgarros.

No obstante, la patología principal identificada en el manuscrito la encontramos en la alteración y degradación de las tintas ferrogálicas empleadas para su redacción, lo que afectaba a su legibilidad y perdurabilidad. Tras un análisis organoléptico inferimos qué la causa de esta alteración era un desequilibrio de los componentes químicos de la tinta. Esto provocó que en anteriores intervenciones se procediese al repunte de los caracteres con otras tintas no compatibles.


TRATAMIENTO

Previo a los tratamientos, se procedió a un primer barrido fotográfico y  diversos exámenes visuales,  empleando diversos instrumentos de aumento, como por ejemplo microscopios digitales, así como distintas fuentes de luz que permitieron identificar y reflejar todas las patologías comentadas. Antes de proceder a cualquier intervención, se realizó un test de solubilidad de todas las tintas presentes con el fin de comprobar el comportamiento de los distintos tipos de disolventes disponibles para inferir cual era el que mejor respuesta obtenía en cada tipo de tinta. Tras realizar la prueba, se observó que todas las tintas eran bastante estables e insolubles con los disolventes. También se realizaron una serie de pruebas para medir los distintos niveles de componentes químicos que nos permitiesen descubrir las causas de las patologías anteriormente descritas. Entre dichas pruebas, se realizaron análisis del pH de los materiales. Una vez inferidos todos los datos, se procedió al tratamiento.

En primer se realizó el desmontaje de las distintas partes del manuscrito, retirando las guardas, desencolando los elementos externos de la obra y extrayendo las tapas de las mismas para realizar un tratamiento individualizado a cada una. Posteriormente, se procedió al tratamiento del cuerpo del tomo con la eliminación de restos de cola del lomo, retirando las cabezadas por su mal estado de conservación y eliminando los restos de antiguas intervenciones que ya no beneficiaban al estado de conservación del libro. También se procedió a la limpieza tanto química como mecánica del soporte previo al proceso de inmersión de los distintos bifolios de la obra. Esta parte consistió en la inmersión en una solución acuosa por flotación para contribuir a su estabilidad química y permitir la mejora de su apariencia visual y procediendo a su desacidificación posterior. Una vez concluido este proceso y de su secado, se realizó un tratamiento conocido como “reapestro”, cuyo objetivo es devolver el apestro que las hojas habían perdido durante el proceso de flotamiento.

Una vez realizado esta parte del tratamiento, se eliminaron todas las dobleces que existían en algunos bifolios. Además se repararon  todos los cortes y desgarros, así como se reintegró manualmente todas las lagunas y zonas de pérdida de material, además de zonas afectadas por algunas de las patologías comentadas, como huellas de combustión u hongos, añadiendo una serie de injertos mediante adhesivos compatible con el material de la obra. Paralelo a esta parte del tratamiento, también se trabajaron en las guardas, las cuales también pasaron por un proceso de inmersión de lavado, secado por oreo, reintegración cromática y restitución de pérdidas de soporte. Para finalizar con esta fase del tratamiento, se realizó el cosido a mano de los cuadernillos formados por todos los bifolios del manuscrito: se realizó un cosido a la española mediante telar con cordeles de cáñamo de dos cabos, a los que posteriormente se cosieron a las nuevas cabezadas que sustituían a las originales, manteniendo la autenticidad de las mismas.

Por último, las cubiertas recibieron un tratamiento de limpieza en todo su revestimiento de piel, así como una nutrición química y consolidación, tratando desgarros, perdidas, y procediendo a una reintegración cromática para acabar. Por último, se procedió a la encuadernación de la cubierta con los cuadernillos anteriormente tratados.